Chapter 3 Capítulo 3: “Un largo camino hacia los campos de Algodón”


gato


Mistófelis y Abe estaban duros como una piedra y el cuervo los miraba amenazante. De repente, el pájaro abrió las alas, y saltó al piso. Mistófelis dio un super salto y se escondió de nuevo debajo de una silla con los ojazos abiertos como dos platos de vidrio. -¡Este pajarraco nos va a comer!- Gritó Mistófelis y se tapó los ojos con las patitas.

Pero los gatos son muy curiosos y esta gatita no es la excepción, así que se destapó un ojo para mirar y -¡Miauuuu!

gato

Vió un ojo negro pegado al suyo. ¡El susto fue tan grande que se le pararon los pelos de todo el cuerpo, se le encorvó el lomo y dió un salto tan alto que se pegó la cabeza con la silla.

Entonces, el cuervo se acercó muy despacito y le hizo una caricia con la cabeza. Para ese momento, Mistófelis ya no entendía nada de nada, al final parecía que este bicho feo era amigable.

-Pero ¿Qué querés?- Le preguntó confundida. -Nunca más.- Dijo el pájaro y le hizo otra caricia. -A mí me parece que es lo único que sabe decir…- Dijo Abe, que ya había salido de su escondite y se estaba rascando la cabeza.- Parece que quiere que te subas… o algo así.

-Ni loca… Miau, miau, miau… Yo no me subo arriba de este pajarraco ni soñando… -Pero, amiga mía, parece que este ser alado, conoce el paradero de mi sombrero, y como ya te expliqué… es de suma importancia que lo encuentre, porque contiene información muy importante… y por mi falta de memoria, bueno, por mi falta de memoria, no puedo recordar.

En ese momento, Abe Lincoln se puso de rodillas y juntó las manos como para implorar…