3.2 Ayudamos a Mistófelis
Ni bien Mistófelis comenzó a caminar hacia el monte Olimpo, encontró un letrero que decía:
Ni bien Mistófelis leyó el letrero, que le costó un poco porque las letras eran medio raras, se puso a mirar alrededor para ver si había algún enigma y se sorprendió al ver una roca con la siguiente inscripción:
Ni bien terminó Mistófelis de resolver la tarea, como por arte de magia se le apareció una flecha que flotaba en el aire y le indicaba el camino a seguir.
Así caminó un rato y la flecha se detuvo, y comenzó a señalar una roca que contenía otra inscripción.