1.3 Una historia de dioses griegos
Mistófelis debe aprender algo de historia.
Zeus es el padre de todos los Dioses del Olimpo y el protector de los humanos, es el que posee el mayor poder y el Dios del cielo.
Tiene un rayo que le hace controlar la lluvia, las nubes, y el cielo. Los días de tormenta podían relacionarse con un enojo del Dios o con una pelea con otros, fueran Dioses u hombres.
Sus orígenes se remontan al principio de la historia, Cronos (Titán del tiempo) era el señor de todas las cosas, temiendo que alguno de sus hijos llegara a robarle el trono, decidió comerse a cuantos descendientes tuviera con Rea (Titánida de la Tierra), así fue devorando uno tras otro… Rea, harta de esta situación decidió proteger a su hijo recién nacido (Zeus) de su propio padre.
Con sumo cuidado, envolvió una piedra con una tela, simulando que contenía el bebé y se lo entregó a Cronos, éste devoró la piedra sin darse cuenta de que no era el niño.
Para que nadie sospechara que el niño vivía, entregó su custodia a las ninfas para que lo criaran. Cuando ya llegó a ser adulto, Zeus volvió al Olimpo clamando venganza, la estrategia fue añadir a la bebida de Cronos una pócima para hacerle vomitar. Cronos, ignorando quién le daba de beber, tomó de un sorbo el contenido, vomitando a todos los hijos que se había comido desde el principio, entre ellos: Poseidón, Hades, Hestia, Demeter y Hera.
Fue tal el enfado de Cronos, que instó a todos los Titanes a luchar contra sus hijos, pues veía peligrar su poder… después de 10 años de enfrentamientos, ganaron los Dioses, todos los hermanos enviaron a los Titanes al Tártaro y se proclamaron los señores del Mar, el Cielo y la Tierra.
Zeus el dios del cielo, Poseidón el dios del Mar y Hades el dios del inframundo (donde habitan los muertos).
Zeus se casó con Hera, su hermana, proclamándola Madre de los Dioses y de los hombres, ella fue la diosa protectora del matrimonio.
Sin embargo Zeus, se caracterizó su por una total infidelidad ya fuera con diosas o con hombres sin distinción de sexo o condición, así la mitología está llena de semidioses que tenían como padre al propio Zeus.
El superpoderoso Zeus podía transformarse en cualquier animal u hombre para engañar a quien quisiera. Así, no es extraño verlo convertido en un toro, en un cisne, en serpiente o en cualquier ser que le sirviera para lograr sus objetivos.
Se construyeron numerosos templos en su honor donde se ofrecían sacrificios para proteger a los hombres de sus iras.