4.3 Bufandas
Mistófelis y Olivier corrieron como locos por las calles de París hasta la Sorbona y de regreso a Saint Antoine. Abrieron la puerta de la taberna… y entraron.
-Tenemos que encontrar las bufandas- dijo Olivier mientras daba vueltas por todos lados. -Acá hay una- gritó Mistófelis agitando una bufanda celeste.
De inmediato se pusieron a tratar de decodificar lo que decía… pero parece que van a necesitar algo de ayuda… ¿Te animás a darles una manito?