8.1 Parte 2
De pronto Mistófelis notó que había como siete gatitos peludos, con los ojitos abiertos como con miedo y asombro.
-¿Qué quiere que hagamos su Majestad?- Dijo Mistófelis y se le resfregó por la pierna.
-Leevenlos a América, allí crecerán en libertad. Nadie dijo ni una palabra más, Papillon besó la mano de la reina y entró en la canasta, Saly la levantó y Mistófelis miró fijo a los siete gatos, les guiñó un ojo y dijo –¡Miauuu, síganme a toda velocidad!
Mistófelis abrió la puerta y los gatos salieron corriendo a toda velocidad, detrás de ellos salieron Sally y Papillon, sin mirar atrás se subieron al carruaje del conde de Antraigues, donde esperaba Olivier comiéndose las uñas.
-Ahh, qué emoción… qué tensión… nos vamos en barco a América- dijo Olivier.
-Ahh… que mareo… -Dijo Mistófelis y sintió como se iba despegando del asiento del carruaje y como iba dando vueltas y más vueltas y…
-¡Ahhhhhhh! ¡Auxiliooooooo! Qué está pasandooooo! De pronto se escuchó un grito… era Nico el profesor de computación que tenía a Mistófelis aterrizando sobre su cabeza.
Fin