Chapter 6 Capítulo 6: “Una Visita a Versalles”

-¡Miau! ¡Mirá Olivier, ahí está Versalles! ¡Es espectacular!- Mistófelis no podía creer lo que veía. El palacio de Versalles se levantaba ante la vista como una joya. Tenía forma de herradura, y sus parades de piedra contrastaban con el oro de las rejas que lo protegían. -¡Guau! Digo ¡Miau!!!! ¡Ésto si que es lujoso!- Dijo Mistófelis mientras se refregaba los ojos con las manitos. –Acá debe vivir un rey.

-Y claro amiga.- Contestó Olivier con desgano.- Acá viven el rey Luis XVI y su reina María Antonieta, con sus hijos y ¡Lomás importante, con sus seis gatos y su perrito, Papillón! Por eso estamos acá. Mistófelis, te pido que te comportes al entrar. Esto es serio, vamos a ver a la reina de Francia ¿Entendés? Tenés que comportarte… -Yo siempre me comporto- Dijo Mistófelis frunciendo el ceño. -Sí ya sé pero yo me refiero al protocol… por ejemplo, no hay que hablar a menos que los reyes te hablen, hay que hacer una reverencia al entrar en la sala donde está la reina y nunca, pero nunca darles la espalda. -Ah, bueno, eso sí que me parece demasiado.

Mientras tanto el carruaje ya había pasado el portón dorado de la entrada y se encontraban delante del patio central. Casi sin decir palabra, los gatitos se bajaron del carruaje y sin pensar ni una vez en el protocolo se metieron en el palacio. -¡Uy, Olivier! ¡Mirá esto! -dijo Mistófelis dando vueltas sobre sí misma.- ¡Está lleno de espejos! ¡Y de lámparas de cristales! Está buenísimo! ¡Ahhh! ¡Qué divertido! Me veo por todos lados. -Y tomó a Olivier de la cintura y se puso a bailar un vals. -¡Basta! Insensata.- Se enojó Olivier. Estamos aquí en una misión secreta, y no para hacer pavadas. El salón de los espejos daba a los magníficos jardines del palacio, llenos de estatuas y fuentes y laberintos de plantas bien podadas.

-¡Mirá Mistófelis, allá están el rey, la reina y sus hijos!– Dijo Olivier que tenía la nariz pegada al vidrio de la ventana. -¡Sí! Y aquel perrito debe ser Papillón. Vamos a decirles.